miércoles, 23 de marzo de 2011

Capitulo 4

Alyson


Me quedé mirándolo unos segundos más, ¿qué hacia el aquí?, ¿y de qué quería hablar conmigo?
Cuando el me había estado evitando todos estos días.

-¿Puedo pasar?- preguntó.

Lo único que pude hacer fue asentir. Entró en mi habitación, cerré la puerta, el me miró. Me pregunté  que aspecto tendría, iba en pijama, ¿yo que iba a saber que el iba a venir? y menos a estas horas. Me ajusté la coleta.

 -¿Qué haces aquí?- pregunté.

-Tengo que hablar contigo, es importante.

No sabía si quería hablar con el, pero sentía curiosidad por saber de que quería hablar conmigo

 -Esta bien, te escucho.

 No se lo pensó dos veces y dijo:

 -Creo que me bloqueas los poderes

 -¿Qué?

-Lo se, se que suena raro, me la ha dicho Craig.

 Le miré sin entender, ¿quién era Craig? creía que el no tenia amigos.

 -¿Quién es Craig?- le pregunté.

 Me miró un momento.

 -Es un fantasma- respondió.

 -¿Un fantasma?- pregunté.

 El asintió. ¡Vaya! un fantasma, intenté hacer como si no me importaba, pero la curiosidad me mataba, así que pregunté:

 -¿Esta aquí?

 Miré a mi alrededor, aunque sabia que yo no lo iba a ver.

 -No... lo se-respondió.

 Lo miré nuevamente.

 -¿No se supone qué ves fantasmas?- le pregunté.

 -Se supone...

 No entendía nada, venia a mi habitación y me decía que... ¿yo le bloqueaba los poderes?

 -¿Cómo se supone que yo te voy a "bloquear" los "poderes"?- le pregunté.

Suspiró sonoramente.

-Sinceramente, no tengo ni idea.

Ah, ¡mira que bien!, osea que me dice que yo le bloqueo los poderes ¿y no sabe como?

 -Creo que es una tontería, mira, yo no creo poder hacer eso, ¿vale?.

Porque sinceramente, era la tontería más grande que había escuchado en mi vida. El miró al suelo, luego me miró un momento y dijo:

-Tienes razón es una tontería, será mejor que me vaya. Además no puedo estar mucho tiempo aquí.

 Se dirigió a la puerta. Yo reaccioné y le dije:

-¡Espera!, no puedes irte... aun.

Se detuvo.

-Ya te he dicho que no tengo nada que hacer aquí. Has como si no hubiera estado aquí ¿vale?

-Bueno, pues no puedo hacer eso. Mira, vienes a mi habitación y me dices que te "bloqueo" los poderes, ¿y quieres que haga como si no hubieras estado aquí?- pregunté.

 Asintió.

 -Es lo que te estoy pidiendo ¿no?

 -Pues no puedo, eres... un tío que ve fantasmas y...

Se giró a mi y me miró.

-Solo has como si "el tío que ve fantasmas" no hubiera estado aquí, no creo que sea tan difícil.

-Para mi, si.

 Sacudió la cabeza y se pasó la mano por el pelo. Pensé en algo rápidamente para que no se fuera, necesitaba un explicación.

-Vale, te propongo algo- dije. El me miró como diciendo: "¿el qué?"- ¿Qué te parece si te quedas aquí, y me explicas las cosas mejor?

-No, es tarde, y además le dije a la encargada que solo estaría aquí unos minutos.

Le miré con una mirada suplicante, esa que siempre me había funcionado con mamá desde pequeña. Creo que solo me faltaba un cartel de neón al lado mio, diciendo: Niña buena.
El suspiró sonoramente

-Esta bien- accedió al fin.

-Bien- dije yo.

 Le hice un gesto para que sentara en la cama que estaba al lado de la mía, en la que debía estar mi compañera de habitación. Si tuviera, claro. Yo me senté en el borde de mi cama, en frente de el.

-¿Qué es exactamente lo que te ha dicho craig?- pregunté.

 El se miraba las manos.

-Ha dicho que cuando tu apareciste yo no le podía ver.

 Asentí.

-¿Y sólo por eso ya te bloqueo los poderes?

 Al final decidió mirarme.

-Es que no es solo eso. Al principio yo tampoco me lo creía, pero luego pensé que tenía razón, porque cuando estaba hablando con Craig, de repente desapareció de mi vista, como si "cortaran la señal de la antena".

Pensé en lo que dijo,  recordé ese día cuando yo le vi, estaba hablando "solo", y luego cuando me acerqué a el, se calló y empezó a mirar a su alrededor, como si buscara algo. Quizá si tenia razón.

-Por eso parecía como si buscaras algo- no era una pregunta, más bien, era una afirmación.

Asintió.

-Y luego... Cuando te toqué...

Andrew me miró atentamente.

-Es verdad, casi había olvidado eso- dijo.- Me viste a mi, ¿no?, ¿pero luego que pasó con lo del mareo y la gente muerta?

-Si, te vi a ti rodeado de esa cosa negra, el aura. Lo del mareo sucedió cuando te toqué, y lo de la gente muerta lo vi en mi cabeza, a ti, y a esa gente.- recordé otro dato más de lo que vi ese día- Recuerdo que cuando estaba sentada en el suelo, me pareció ver a alguien a tu lado, pero solo duró unos segundos.

Andrew estaba pensativo.

-¿Craig?- preguntó.

Me encogí de hombros.

-Ni idea.

El miró al suelo.

-Y dices, ¿qué eso te ocurrió cuando me tocaste?- preguntó.

-Humm... Si, creo que si.

Todo esto era muy raro, y extraño, ¿de verdad le había bloqueado yo los poderes a Andrew? jamás en mi vida me había pasado algo así, en estos últimos 16 años nunca me había ocurrido algo parecido, era normal, ¿o no? ya no sabia que creer. Andrew levantó la mirada del suelo.

-Probemos una cosa-dijo.

Le miré sin entender nada.

-Un experimento, por llamarlo de alguna forma.- Volvió a decir.

-¿Experimento? los experimentos nunca se me han dado bien- admití.

 El puso los ojos en blanco.

 -Este es fácil, créeme.

 Me extendió la palma de su mano, yo la miré un momento, y luego le miré a el algo extrañada, y pregunté:

-¿Se supone que tengo que chocar esos cinco?

Negó con la cabeza.

-No seas tonta, dijiste que lo del otro día te pasó cuando me tocaste. Bueno, pues, házlo.- dijo el bastante animado.

Negué energéticamente con la cabeza.

-¿Por qué?- preguntó.

-Porque no quiero que me pase lo del otro día, te aseguro que fue una sensación horrible. Defintivamente no quiero.

La expresión del rostro le cambió, ahora parecía algo desepcionado. Me sentí mal, el seguía con la palma de la mano extendida hacia mi. Tragué saliva y me disponía a tocarle la mano, Andrew se dio cuenta y me miraba expectante. Cuando ya casi le tocó la mano, dudé un momento, suspiré, cerré los ojos y le toqué la mano.
Esperé a que apareciera el mareo, pero no pasó nada extraño, me decidí a abrir los ojos. Nada raro, solo Andrew que me observaba. Suspiré aliviada. Aparté mi mano, y Andrew se quedó con la mano aun extendida.

-Nada de gente muerta- dije satisfecha.

Bien, eso quería decir que no era un bicho raro, creo...
Andrew asintió. Le miré, luego, al verle así, recordé que ese día, cuando le devolví el libro y nuestras manos se rozaron, sentía ganas de saber que le pasaba y... quería ayudarle, hacerme su amiga. ¿Eso influía en algo? porque ahora cuando le he tocado la mano, solo sentía miedo. Miedo, al pensar que no era una chica normal, miedo a no ser quien yo creía ser, y miedo, al no ser esa chica de 16 años a la que yo creía conocer tan bien...
Pero, ahora ¿qué importancia tenia ya eso? ahora, ya no era esa Alyson, era una Alyson completamente distinta, una Alyson que al parecer bloqueaba los poderes de Andrew y una Alyson, que aunque no quisiera reconocerlo, era un bicho raro.

Entonces, decidí volver a intentarlo. Pero esta vez queriendo saber quien era Andrew y queriendo ayudarlo. Extendí la mano nuevamente hacia la de Andrew. Al darse cuenta, Andrew apartó la mano.

-No, ya da igual. No ha pasado nada, dejémoslo así.

-Quiero volver a intentarlo- dije.

Andrew se metió las manos en los bolsillos de su sudadera con capucha.

-Yo no.

Ahora que me había decidido a intentarlo otra vez, el no quería, ¡genial!. Pero yo no estaba dispuesta a rendirme tan fácilmente. Me levanté de la cama y me planté frente a el, le tendí la mano.

-Dame la mano- le dije.

-No voy a hacerlo.

-Lo harás, quieras, o no. Te lo estoy pidiendo por las buenas ¿eh?

Me miró algo divertido.

-¿Y qué se supone que vas a hacerme?- preguntó.

Me lo pensé un momento.

-Te advierto que fuí a clases de judo. No me obligues a hacerte una llave- amenacé.

Parecía que se estuviera aguantando las ganas de reír.

-Pues tendrás que hacerme esa llave de judo, porque no te voy a dar la mano.

Se me ocurrió un idea.

-Vale, esta bien, tu ganas ¿contento?

Hice como si fuera a volver a sentarme en mi cama. El se levantó.

-Creo que será mejor que me vaya a mi habitación. No me fío mucho de ti. Asi que... Adios.

Sacó una mano del bolsillo para despedirse. Bien, esta era mi oportunidad. Era momento de actuar rápidamente. Le cogí la mano, le habia pillado por sorpresa y no le dió tiempo a reaccionar.

-Pero que...- dijo Andrew

Me concentré y...


-¡Andrew!- gritó alguien.

Andrew se llevó la mano libre a la oreja.

-Maldita sea Craig. Te he dicho un montón de veces que no grites me vas a dejar sor...

No terminó la frase. Estaba hablando con el chico que estaba delante de nosotros. Ése, que hace unos segundos  no estaba en esta habitación. Estaba muy sorprendida, ¿cómo era posible? ¿ese era Craig?

-Jo, tío, llevo un buen rato intentando hablar contigo, creía que habías perdido el don. En serio, me estaba empezando a asustar.

-Craig, ¿qué haces aquí?- preguntó Andrew.

Yo no podía apartar la vista de ese chico que estaba delante de nosotros. Era algo más alto que yo, de pelo castaño, ojos marrones. Tenía la piel algo bronceada, llevaba unos vaqueros, un jersey azul marino, parecía de marca. En realidad, todo lo que llevaba parecía de marca, los zapatos, el reloj...

-Bueno, es que cuando te fuiste me sentí algo solo y te seguí. Luego oí que decíais mi nombre y entré aquí, pero tu no me hacías caso, hablabas con esta chica- dijo Craig mirándome.

Yo le seguía mirando, el también parecía sorprendido ahora.

-¡Hala!, ¿puede verme?- preguntó el mirándome.

Andrew, me miró.

-¿Alyson?- preguntó Andrew- ¿te encuentras bien?

Asentí. Craig sonrió.

-Hola, mi nombre es Craig, aunque creo que ya lo sabias.

-Hooo.... la- conseguí decir.

El se sentó en mi cama, me miró.

-Vaya, parece que hubieras visto un fantasma- bromeó

De hecho, si. El era un fantasma ¿no?

-Craig, será mejor que te vayas- dijo Andrew.

-No quiero. Además me apetece hablar con tu amiga.

Me sacudí la cabeza. ¿Esto estaba pasando de verdad? ¿o sólo era producto de mi imaginación?
Pero es que parecía tan real, no parecía un fantasma, bueno, al menos mi idea de lo que eran los fantasmas, siempre me los había imaginado translúcidos, con sábanas blancas, y arrastrando cadenas.

-Me llamo Aaaa... lyy... son- tartamudeé

Craig dirigió su mirada nuevamente hacia mi.

-Oh, ya lo se, bueno, os he estado espiando. A ti no te importa que me quede ¿verdad?- preguntó.

 Negué con la cabeza. Sonrió, y de repente apareció delante mío. Reprimí un grito, el corazón me iba a cien.

-¡Auuu!, no me aprietes la mano- se quejó Andrew.

Le miré y luego mi mano y la suya. Es verdad, aun seguía cogida de su mano, ¿qué pasaría si se la soltaba?
Solté la mano de Andrew y vi que Craig había desaparecido.

-No esta- le dije a Andrew.

-Oh, créeme, esta aquí, pero no podemos verlo. Además, es un pesado.- Casi gritó.

Volví a coger la mano de Andrew.

-Eh...

Y cuando lo hice Craig volvió a aparecer. Parecía enfadado.

 -Que no puedas verme no significa que yo no te OIGA- gritó.

Andrew puso los ojos en blanco.

-Es que quería que me oyeras.

Craig se acercó a Andrew.

-Deberías respetar a tus mayores.

Andrew se echó a reír.

-Lo haría, si te comportaras como tal.

Craig cruzó los brazos sobre el pecho. Los dos se miraban mutuamente. Yo quería relajar la tensión que había en el ambiente, así que pregunté:

-¿Cuántos años tienes? O bueno, ¿cuántos años tenías?

Craig abrió la boca para responder.

-Cinco- dijo Andrew.

Craig le lanzó una mirada envenenada.

-Ja ja, muy gracioso. Tengo 18 años recién cumplidos. Bueno, los tenía.

Se encogió de hombros. Luego sonrió, y se dirigió a mi.

-¿Y cómo es que eres amiga de Andrew?- preguntó.- Ya te habrás dado cuenta de que es algo raro, bueno, ve fantasmas ¿no? y también es un aburrido.

-Creo que yo también soy, algo rara- dije.- puedo verte, y, bueno, eres un fantasma.

 Se volvió a encoger de hombros.

-Si, pero tu eres guapa- dijo, y me guiñó un ojo.

Eso hizo que me ruborizara. Andrew movió la cabeza de un lado a otro.

-Craig, ¿quieres dejar de ligar con Alyson?, haz una cosa muy guay ¿vale? ¡Desaparece!

Craig negó con la cabeza.

-Paso, ademas, a ella le caigo bien, y no le importa que me quede.

Andrew suspiró sonoramente.

-A ella no le importa, pero a mi si. Así que si no te vas de aqui en diez segundos, te juró que no te vuelvo a dirigir la palabra en lo que queda de curso.

-No puedes hacer eso, sabes que eres el único con quien puedo hablar. -dijo Craig.

-Te quedan 9... 8... 7... 

-Pero...

-5... 4....- siguió Andrew

-Oh, ¡vale!, ya me voy.

Y cuando dijo eso último desapareció de la habitación.

-Creo que ya puedes soltarme la mano- dijo Andrew.

-Perdona- dije y le solté.

Otra vez nos habiamos quedado solos, aunque bien mirado, Craig podria estar aqui y nosotros ni enterados. Todo esto era muy raro, yo era rara, Andrew también era raro, era raro que yo le bloqueara los poderes a Andrew cuando estaba cerca de mi, y lo más raro de todo esto, es que cuando yo le tocaba podia ver fantasmas como el. Aun no acababa de creermelo ni yo, era tan irreal, estas cosas no pasaban, al menos eso creia yo. Aunque admitiera que Craig me caia muy bien, se supone que no deberia verlo ¿no? el, esta... muerto.

-Será mejor que yo también me vaya-dijo Andrew sacandome de mis pensamientos.

-No, aun no- dije- tampoco me hubiera importado que Craig se quedara, en realidad, me cae bien.

-Eso lo dices tu, ahora. Pero te aseguro que no dirias eso si el estuviera en tu habitación día y noche, por el día siempre es: "Andrew, te acompaño a clase" o "Andrew, tío, haber cuando te echas novia, yo a tu edad ya había tenido como 20".- Dijo imitando la voz de Craig.

Sonreí al oir lo último que dijo.

-No sonrías- dijo el serio- por las noches es aun peor, se pone a cantar "American idiot" de Green day a voz en grito, y no me deja pegar ojo, dice que Green day es su grupo favorito. - Puso los ojos en blanco.

Green day también era uno de mis grupos favoritos, una cosa que tenía en común con Craig.
Andrew se pasó una mano por el pelo.

-En serio,sera mejor que me marche.

-Pero... es que... tengo tantas dudas, se que es tarde, pero... solo seran 5 minutos, lo prometo- supliqué.

Negó con la cabeza.

-Lo siento, no puedo.

-Ya, pero, ¿crees qué hay más gente que pueda bloquearte los poderes como yo?- pregunté- O, que vea fantasmas o algo asi.

Se encogió de hombros, luego se puso pensativo.

-Creo que habría que investigarlo- dijo.

Le miré esperanzada, eso era buena señal ¿no?

-Entoces podriamos investigar ¿mañana?

Me miró un momento, supongo que debría ver mi cara de: "Por favor, por favor, por favooor"
Suspiró sonoramente.

-Esta bien, mañana- accedió.

Sentí como el rostro se me iluminaba de entusiasmo. El se giró hacia la puerta, y antes de girar el pomo de la puerta dijo:

-Adiós.

-Adiós- dije yo también.

Abrió la puerta y salió de mi habitación. Cuando el salió yo me tumbé en mi cama, y sonreí, pero, ¿por qué sonreía? hace un par de minutos, me aterraba la idea de ser un bicho raro, y ahora... estaba ¿feliz?. Ahora, me daba igual, no sabía la razón pero era asi, me daba absolutamente igual, era mi nuevo yo. La nueva Alyson.
Me entusiasmaba la idea de que mañana fuera a investigar más cosas sobre nuestros poderes, por llamarlo de alguna forma. Todo era tan... emocinante, además ahora tenía un amigo y eso me agradaba.



Nate

(Dos semanas después...)

Me encontraba apoyado junto al escritorio del profesor, y el profesor estaba a mi lado. Para mi mala suerte, me habia obligado a esperar a que aparecieran todos mis compañeros de clase, para presentarme. Era nuevo, aunque se supone que yo debería haber entrado a comienzos del curso, pero no fué asi, problemas familiares. Y, con "problemas familiares" me refiero a que mis padres estan en pleno proceso de divorcio, era la cosa más horrible que uno se pueda imaginar, no quería que mis padres se divorciaran, mi madre, quería quedarse con mi custodia, y mi padre también. Decía cosas como: "Nate, es un hombre, y debería quedarse con su padre" mientras que mi madre decía: "¿Y crees qué tu serías un buen ejemplo para el?, no quiero que mi hijo tenga tan mala influencia" cuando yo intentaba hablar y decirles: "A mi me gustaría opinar sobre con quién me gustaría quedarme" pero en vez de eso se limitaban a ignorarme y se ponían a discutir. Cuando les pregunté porque se divorciaban, mi madre me dijo que era porque ellos ya no se querían, pero yo sabía que eso era mentira. ¿Cómo lo sabía? lo había oído en la cabeza de mi madre, podía leer la mente. Cuando ella me dijo lo de que no se querían, pensaba en mi padre, y su supuesto viaje de negocios, que en realidad había sido ir a Nueva York con su secretaria, vi en la cabeza de mi madre las imágenes de ese momento. Ella se había ido a Nueva York para darle una sorpresa a mi padre, porque se acercaba su aniversario, pero la sorpresa se la llevo mi madre. Digamos que, le pilló con las manos en la masa.
¿Desde cuando podía leer la mente? ya casi no me acordaba yo era muy pequeño, tendría seis años, aun no lo recuerdo muy bien, solo recuerdo que... morí. Me parece que fué en casa de mi tía yo jugaba con mi prima, y, bueno, cuando uno es pequeño siemprele gusta hacer travesuras, mi prima y yo subimos a la azotea, nos tenían prohibido subir, como no había barandilla, en esa época no lo habian acabado aun. Bueno, el caso es que mi prima Jessica y yo subimos, ella era un año mayor que yo, en el piso de abajo se celebraba una fiesta la de mi tío Ben, había muchos mayores, Jessica y yo nos aburriamos y subimos la escaleras hasta la azotea, que solia tener la puerta cerrada, salvo en esa ocasión. Yo me puse a pegar saltos de alegria porque me encantaba estar ahí arriba, era muy guay, se veia todo tan bien, y, era de noche, se podían ver las estrellas, era muy bonito, había luna llena. Jessica se limitó a quedarse cerca de la puerta, y a decirme, que seria mejor que bajaramos y que si nos pillaban nos meteriamos en un buen lío, pero yo no le hice caso, me acerqué a la zona donde se supone que tendría que haber algo para apoyarte, la barandilla, miré abajo, había mucha altura, recuerdo que me entró el vértigo, Jessica gritó y yo me asusté y perdí el equilibrio y... me caí. Después de eso no recordaba nada más, sólo recordaba haberme despertado en un hospital, y que me dolía todo, tenía el brazo, la pierna, y no me acuerdo que más, rotos. La enfermera entró a mi habitación y me miró, luego dijo: "Será mejor que le de algo para el dolor, pobrecillo", yo tenía los ojos algo entrecerrados y dije: "Eso estaría bien, gracias" mi voz se oía rara. La enfermera me miró extrañada, "Perdona, ¡qué has dicho, cielo?" preguntó, "usted ha dicho que me daría algo para el dolor" dije. La enfermera me miró alarmada, luego oí que  decía: "Este niño esta peor de lo que pensaba", pero ella no había abierto la boca, ¿cómo era eso posible? en ese entonces fué lo que me pregunté. Al cabo de los años acabé comprendiento que "las voces de mi cabeza" no era que yo estuviera loco o algo asi, podía oir la mente de todo el mundo, muchas veces era muy agobiante oir todas esas voces en mi cabeza, y a veces me hubiera encantado que hubiera un interruptor de apagado que me permitiera dejar de leer las mentes, pero también tenía sus ventajas, siempre que me preguntaban algo en clase, solo oía lo que el profesor estaba pensando, y contestaba bien, aunque solo a veces me "equivocaba" pero era solo para no despertar sospechas. Nunca había tenido muchas novias, mi historial de novias se reducia a dos, y ninguna de las dos me habia gustado mucho, supongo que solo salí con ellas solo por no ser el único de mis amigos que no tenia novia, no habia sido dificíl la verdad, como podía oir lo que pensaban y sabia que cosas les gustaban, y que cosas no les gustaban. No me gustaba mucho eso de leerles la mente, era algo... no se... siempre sabian lo que estaban pensando, lo que pensaban de mi y... no me gustaba, eran muy superficales. Aveces me gustaría conocer a una chica diferente, alguien... con quien me sintiera a gusto, alguien... a quien no podria... Eso, era imposible. Sacudí la cabeza de un lado a otro, el profesor parecia algo molesto, al parecer su novia le habia dejado, después de 6 largos años. Ahora mismo pensaba en que odiaba dar clases a críos tan estúpidos como nosotros. Levanté la mirada del suelo, al oír lo que pensaba una chica era algo como: "¡Que bueno esta! si hubiera aparecido la semana pasada, cuando no salia con Tim a lo mejor me pensaba intentar algo contigo. Pero que digo, lo haré aunque salga con Tim". Comentarios como esos los habia oido muchas veces. Al parecer ya habian entrado todos los alumnos y el profesor se disponía a presentarme.

-Chicos, este es vuestro nuevo compañero, se llama Nate Br...

-Siento llegar tarde- se disculpó una voz femenina interrumpiendo al profesor.

Yo miraba a una mochila que se encontraba tirada por el suelo. Lo que me extrañaba era que no la había oído llegar. Pero eso me daba igual. Me estaba empezando a doler la cabeza ahora se oía en la cabeza de una chica: "Ahi esta la rarita, llegando tarde como siempre".

-Oh, como no, señorita Weston, ya decía yo que faltaba alguien.- Dijo el profesor.- Siéntese, por favor.

Oí como arrastraba los pies hasta dirigirse a su sitio, supongo. Y entonces... todo se quedó en silencio, no oía nada, ni una voz ¿cómo era eso posible? la gente no dejaba de pensar, de eso estaba seguro. La gente nunca dejaba de pensar. Levanté la cabeza y vi a esa chica, se le cayó un libro y lo recogió, estaba cerca de donde estaba yo. Cogió el libro, y,  se percató de que yo le miraba me devolvió la mirada, tenía los ojos azules, era muy guapa. Se puso roja como un tomate, no podía apartar la mirada de ella, había algo en ella extraño, pero, ¿qué era?. Espera, ya sabia lo que era, no podía leerle la mente. Eso era totalmente imposible.